Los aparatos ortopédicos o las prótesis pueden facilitar el movimiento de los amputados. Imitan la función y a veces el aspecto de una pierna real. Algunas personas necesitan un bastón, un andador o muletas para caminar con una prótesis, mientras que otras pueden caminar libremente. 

 

Si le han amputado o le van a amputar pronto una extremidad inferior, probablemente debería considerar la posibilidad de adquirir una prótesis. El portal especialista en prótesis de México, Mi Prótesis, tiene algunos consejos para que los tengas en cuenta primero. 

 

No todo el mundo se beneficia de una pierna protésica. 

Aunque muchas personas con pérdida de extremidades toleran bien las prótesis, no todo el mundo se siente cómodo con ellas. Antes de decidirse por una pierna protésica, debería consultar con su médico las siguientes cuestiones: 

 

¿Hay suficiente tejido blando para proteger el hueso restante? 

¿Cuál es la intensidad de su dolor? 

¿Cuál es el estado de la piel del miembro? 

¿Cuál es la amplitud de movimiento del muñón? 

¿La otra pierna está sana? 

¿Cuál era su nivel de actividad antes de la amputación? 

¿Cuáles son sus objetivos de movilidad? 

 

El tipo de amputación (por encima o por debajo de la rodilla) también puede influir en su decisión. Por lo general, es más fácil utilizar una prótesis por debajo de la rodilla que una prótesis por encima de la rodilla. Si la articulación de la rodilla está intacta, la prótesis requiere mucho menos esfuerzo para moverse y permite una mayor movilidad. 

 

El motivo de la amputación también es importante porque puede afectar a la salud del muñón. También es importante tener en cuenta tu salud física y tu estilo de vida. Si no eras muy activo y perdiste la pierna por una enfermedad vascular periférica o por diabetes, por ejemplo, tendrás más problemas con una prótesis que alguien que era muy activo, pero perdió una extremidad en un accidente de tráfico. 

 

Cada persona es única cuando se trata de amputaciones. Debe decidir la prótesis junto con su médico.Es importante colaborar estrechamente con su protésico para encontrar el tipo y el ajuste adecuados; esta relación puede durar toda la vida. 

 

 

Las prótesis no son de talla única. 

Cuando su médico le prescribe una prótesis de pierna, es posible que no sepa por dónde empezar.  

Ayuda a entender cómo funcionan las diferentes partes de la prótesis: 

 

La prótesis en sí está fabricada con materiales ligeros pero duraderos. Dependiendo del lugar de la amputación, la pierna puede estar equipada o no con articulaciones funcionales de rodilla y tobillo. 

La prótesis se ajusta con precisión a su muñón y se adapta bien. Ayuda a fijar la prótesis al cuerpo. 

El sistema de suspensión es la forma en que se fija la prótesis: mediante una manga de succión, una bisagra/suspensión de vacío o una fijación distal con un pasador o una correa. 

Hay varias opciones para cada uno de los componentes mencionados, cada una con sus propias ventajas e inconvenientes.  

 

 

La rehabilitación es un proceso continuo de colaboración 

Una vez elegidos los componentes de su prótesis, necesitará rehabilitación para fortalecer sus piernas, brazos y sistema cardiovascular mientras aprende a caminar con su nuevo miembro. En función de sus objetivos de movilidad, trabajará estrechamente con médicos rehabilitadores, fisioterapeutas y terapeutas ocupacionales para desarrollar un plan de rehabilitación. Una parte importante de este plan es mantener una pierna sana. Un pie sano vale su peso en oro.  Aunque la tecnología protésica sigue evolucionando, no hay nada que sustituya a un pie sano. 

 

No es fácil acostumbrarse a la prótesis. 

Aprender a moverse con una pierna protésica puede ser un reto. Incluso después de la rehabilitación inicial, puede haber problemas que el protésico y el equipo de rehabilitación pueden ayudarle a superar. Los obstáculos más comunes son: 

 

Sudoración excesiva ("hiperhidrosis"), que puede afectar al ajuste de la prótesis y causar problemas en la piel. 

Cambio en la forma del muñón. Esto suele ocurrir durante el primer año después de la amputación, cuando el tejido adquiere su forma definitiva y puede afectar al ajuste del encaje. 

Debilidad del muñón, que puede dificultar el uso de la prótesis durante largos periodos de tiempo. 

Dolor en el miembro fantasma que puede ser lo suficientemente grave como para afectar a su capacidad de utilizar la prótesis. 

 

Nota sobre el dolor del miembro fantasma 

El dolor del miembro fantasma, que es un dolor que parece provenir del miembro amputado, es un problema muy real al que puede enfrentarse tras una amputación. Alrededor del 80% de los amputados sufren un dolor de miembro fantasma que no tiene una causa clara, aunque el dolor del miembro antes de la amputación puede ser un factor de riesgo. 

 

Para algunos tipos de dolor del miembro fantasma, la terapia del espejo, que consiste en practicar frente a un espejo, puede ayudar. Mirarse en el espejo simula la presencia de la pierna del amputado y engaña al cerebro para que piense que aún está ahí, lo que frena el dolor. 

 

En otros casos, otras enfermedades del muñón, como la ciática o el neuroma, pueden ser la causa del dolor fantasma. La eliminación de estas causas puede ayudar a eliminar el dolor del miembro fantasma. 

 

Su necesidad de una prótesis puede cambiar 

Es posible que en algún momento se dé cuenta de que no está tan bien con su prótesis actual como le gustaría. Tal vez su muñón se haya estabilizado y esté preparado para pasar de una prótesis temporal que sólo dura unos meses a otra que puede durar de tres a cinco años. O puede que la prótesis se le haya quedado pequeña porque se mueve más o de forma diferente a lo que la prótesis preveía. Nuevos dolores, molestias y falta de estabilidad son algunas de las señales que indican que ha llegado el momento de consultar a un protésico y reevaluar sus necesidades. 

 

Su protésico puede recomendarle que modifique su dispositivo actual o que sustituya algunos de sus componentes. Si va a adquirir componentes nuevos, tómese el tiempo necesario para entender cómo funcionan. La fisioterapia puede ayudarle a acostumbrarse a sus nuevos componentes o a su nueva prótesis. 

 

La tecnología protésica evoluciona constantemente. 

Constantemente surgen nuevos desarrollos en la tecnología protésica, como los componentes controlados por microprocesador y los componentes de actividad específica. 

 

 

Es importante recordar que usted no es el único que está considerando las diferentes opciones para una pierna protésica. Su equipo puede ayudarle a sopesar los pros y los contras de cada prótesis y a elegir la prótesis ideal que se adapte a su estilo de vida para que el proceso sella más llevadero. No dejes que nada ni nadie impida lograr tus metas y tus sueños.  

 

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